¿Qué
esta pasando? Un tema que nos toca de cerca.
El famoso Rivotril ya es la droga "estrella" del siglo XXI”, una realidad gritada. Por supuesto como en todo, están las distintas reacciones… (Yo nunca tome), (“Y no debe estar bien porque toma Rivotril”) (“A mi no me hace falta…) y sigue la lista. Sequémonos las caretas, consumamos o no esta droga enta entre nosotros. En pleno siglo XXI la droga “estrella” de la primera década, sin dudas, es el Rivotril (clonazepán). Es que, además de que su venta aumentó ostensiblemente (de hecho según el INDEC la cantidad de ansiolíticos vendidos se duplicó desde 2001), la gran mayoría de médicos actualmente lo toman como referente a la hora de evitar una serie de patologías muy específicas. Entre otras cosas, el Rivotril es recetado como ansiolítico (principalmente), para personas que sufren de pánico, cualquier tipo de fobias o como anticonvulsionante. “El clonazepán es de los (medicamentos) más vendidos. Para el médico es una prescripción fácil, económica y cómoda porque tiene amplio espectro: además de ansiolítico, combinado con otras drogas es anticonvulsionante”. La adicción oculta del consumo de “Los psicofármacos dejo de serlo y ahora están de moda y su consumo se disparo en los últimos años”. Lo que preocupa no es solamente el consumo cuando es necesario para una persona, si no cuando cruza la barrera de la cordura, por ejemplo “En la bailanta, medio litro de ron, un toque de gaseosa y tres comprimidos de Rivotril® –"el ropi", como lo llaman en la villa forman el cóctel de "la jarra loca". En la jerga carcelaria, a este hipnótico diez veces más potente que el Valium® le dicen "la ruedita" y es el más detectado en las requisas, según un informe del Servicio Penitenciario Federal. Es una locura. El mal uso de los psicotrópicos y la adicción a ellos provienen de esta banalización del medicamento."… ¡¡¡¡Me preocupa, esta todo en una misma bolsa!!! La adicción oculta Los psicofármacos están de moda y su consumo se disparo en los últimos años. Riesgos, mitos y verdades de las "lifestyle drugs". Los argentinos vivimos empatillados: el consumo desenfrenado de psicofármacos –ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos, sedantes ya adquiere las proporciones de una epidemia de toxicomanía, pero de drogas legales. ¡¡¡ATENCIÓN!! No todo es lo que parece. El otro gran problema es que se receta demasiado por la ausencia de controles y el "dispensario fácil" de médicos no especializados en trastornos psiquiátricos, y que, en un sistema de salud viciado, tampoco tienen mucho tiempo para realizar un buen diagnóstico. Las vedettes de las drogas legales son las benzodiazepinas, económicas y todoterreno. Esa familia de moléculas, a la que pertenecen el clonazepam, el alprazolam (Alplax®, Trankimazin®), el flunitrazepam (Rohypnol®), el lorazepam (Trapax®) y toda una gama de drogas con terminaciones en "am", tiene en común propiedades ansiolíticas, hipnóticas, amnésicas y miorrelajantes. Son prescriptas por, entre otros, neurólogos, clínicos, cardiólogos, endocrinólogos, gastroenterólogos y hasta ginecólogos. "El clonazepam es la más vendida y la más barata. Cualquiera que tenga $20 la puede comprar. Está tan difundida que resulta casi imposible definir un perfil de consumidores "La están usando fuera de prescripción”. Otra buena parte de toda esta fiebre pastillera nacional se resuelve sin ninguna prescripción: porque te la convida una amiga, un compañero de oficina, mamá o la suegra. " NO A LA AUTO MEDICACIÖN. Otros rondan, por las noches, “ciertas farmacias non sanctas” que no sólo venden sin receta, sino también sin ticket. Y ni hablar de las verdaderas droguerías virtuales en que se convirtieron algunos sitios de Internet, un fenómeno mundial sobre el que alerta el último informe del consejo de la ONU dedicado al control de estupefacientes. En esta sociedad en la cual ser feliz muchas veces resulta un imperativo, conjuran químicamente males tan extendidos como tener miedo de subirse a un avión o no poder desenchufarse de la realidad. "Muchos ni siquiera los consideran medicamentos; los psicotrópicos abandonaron esa categoría para ser pensados y consumidos como una píldora para el estilo de vida, que proporciona un alivio rápido a las condiciones de tensión y malestar que acarrea el mundo contemporáneo”. La diferencia entre necesidades y deseos, o entre pacientes y consumidores, es lo que marca el límite entre un medicamento a secas y otro para el estilo de vida. Lo peligroso de estas drogas, o de sus nuevas y descontroladas aplicaciones, es que ya no tratan problemas de salud, sino de bienestar; no buscan curar una enfermedad, sino subsanar una inadaptación o incomodidad. Más allá de estos casos y puertas afuera del consultorio, a la hora de la dependencia y la autoadministración, ¿qué diferencia hay, en definitiva, entre las pastillas que alteran la percepción o el estado de ánimo? "Hay un corte abrupto entre lo legal y lo ilegal, pero no sólo en términos de leyes escritas, sino en lo que se denomina tolerancia social. La felicidad en pastillitas, aquella vieja utopía que exploró Aldous Huxley, es cada vez más real. Y peligrosa. .. Por eso nunca hay que dejar de ir a un médico, muchas veces son necesarias, y junto a una buena terapia ayudar a salir adelante. No es vergüenza tener que consumir una droga para estar bien, si es vergüenza el abuso, el facilismo, y la poca conciencia de esto. un buen terapeuta+una medicación controlada+un terapia Es la solución mCAER/hija-maria.coda
El famoso Rivotril ya es la droga "estrella" del siglo XXI”, una realidad gritada. Por supuesto como en todo, están las distintas reacciones… (Yo nunca tome), (“Y no debe estar bien porque toma Rivotril”) (“A mi no me hace falta…) y sigue la lista. Sequémonos las caretas, consumamos o no esta droga enta entre nosotros. En pleno siglo XXI la droga “estrella” de la primera década, sin dudas, es el Rivotril (clonazepán). Es que, además de que su venta aumentó ostensiblemente (de hecho según el INDEC la cantidad de ansiolíticos vendidos se duplicó desde 2001), la gran mayoría de médicos actualmente lo toman como referente a la hora de evitar una serie de patologías muy específicas. Entre otras cosas, el Rivotril es recetado como ansiolítico (principalmente), para personas que sufren de pánico, cualquier tipo de fobias o como anticonvulsionante. “El clonazepán es de los (medicamentos) más vendidos. Para el médico es una prescripción fácil, económica y cómoda porque tiene amplio espectro: además de ansiolítico, combinado con otras drogas es anticonvulsionante”. La adicción oculta del consumo de “Los psicofármacos dejo de serlo y ahora están de moda y su consumo se disparo en los últimos años”. Lo que preocupa no es solamente el consumo cuando es necesario para una persona, si no cuando cruza la barrera de la cordura, por ejemplo “En la bailanta, medio litro de ron, un toque de gaseosa y tres comprimidos de Rivotril® –"el ropi", como lo llaman en la villa forman el cóctel de "la jarra loca". En la jerga carcelaria, a este hipnótico diez veces más potente que el Valium® le dicen "la ruedita" y es el más detectado en las requisas, según un informe del Servicio Penitenciario Federal. Es una locura. El mal uso de los psicotrópicos y la adicción a ellos provienen de esta banalización del medicamento."… ¡¡¡¡Me preocupa, esta todo en una misma bolsa!!! La adicción oculta Los psicofármacos están de moda y su consumo se disparo en los últimos años. Riesgos, mitos y verdades de las "lifestyle drugs". Los argentinos vivimos empatillados: el consumo desenfrenado de psicofármacos –ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos, sedantes ya adquiere las proporciones de una epidemia de toxicomanía, pero de drogas legales. ¡¡¡ATENCIÓN!! No todo es lo que parece. El otro gran problema es que se receta demasiado por la ausencia de controles y el "dispensario fácil" de médicos no especializados en trastornos psiquiátricos, y que, en un sistema de salud viciado, tampoco tienen mucho tiempo para realizar un buen diagnóstico. Las vedettes de las drogas legales son las benzodiazepinas, económicas y todoterreno. Esa familia de moléculas, a la que pertenecen el clonazepam, el alprazolam (Alplax®, Trankimazin®), el flunitrazepam (Rohypnol®), el lorazepam (Trapax®) y toda una gama de drogas con terminaciones en "am", tiene en común propiedades ansiolíticas, hipnóticas, amnésicas y miorrelajantes. Son prescriptas por, entre otros, neurólogos, clínicos, cardiólogos, endocrinólogos, gastroenterólogos y hasta ginecólogos. "El clonazepam es la más vendida y la más barata. Cualquiera que tenga $20 la puede comprar. Está tan difundida que resulta casi imposible definir un perfil de consumidores "La están usando fuera de prescripción”. Otra buena parte de toda esta fiebre pastillera nacional se resuelve sin ninguna prescripción: porque te la convida una amiga, un compañero de oficina, mamá o la suegra. " NO A LA AUTO MEDICACIÖN. Otros rondan, por las noches, “ciertas farmacias non sanctas” que no sólo venden sin receta, sino también sin ticket. Y ni hablar de las verdaderas droguerías virtuales en que se convirtieron algunos sitios de Internet, un fenómeno mundial sobre el que alerta el último informe del consejo de la ONU dedicado al control de estupefacientes. En esta sociedad en la cual ser feliz muchas veces resulta un imperativo, conjuran químicamente males tan extendidos como tener miedo de subirse a un avión o no poder desenchufarse de la realidad. "Muchos ni siquiera los consideran medicamentos; los psicotrópicos abandonaron esa categoría para ser pensados y consumidos como una píldora para el estilo de vida, que proporciona un alivio rápido a las condiciones de tensión y malestar que acarrea el mundo contemporáneo”. La diferencia entre necesidades y deseos, o entre pacientes y consumidores, es lo que marca el límite entre un medicamento a secas y otro para el estilo de vida. Lo peligroso de estas drogas, o de sus nuevas y descontroladas aplicaciones, es que ya no tratan problemas de salud, sino de bienestar; no buscan curar una enfermedad, sino subsanar una inadaptación o incomodidad. Más allá de estos casos y puertas afuera del consultorio, a la hora de la dependencia y la autoadministración, ¿qué diferencia hay, en definitiva, entre las pastillas que alteran la percepción o el estado de ánimo? "Hay un corte abrupto entre lo legal y lo ilegal, pero no sólo en términos de leyes escritas, sino en lo que se denomina tolerancia social. La felicidad en pastillitas, aquella vieja utopía que exploró Aldous Huxley, es cada vez más real. Y peligrosa. .. Por eso nunca hay que dejar de ir a un médico, muchas veces son necesarias, y junto a una buena terapia ayudar a salir adelante. No es vergüenza tener que consumir una droga para estar bien, si es vergüenza el abuso, el facilismo, y la poca conciencia de esto. un buen terapeuta+una medicación controlada+un terapia Es la solución mCAER/hija-maria.coda
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