domingo, 5 de febrero de 2017

El desafío de las empresas: adaptarse a los «millennials» o morir

La entrada de los «millennials» en el panorama laboral está revolucionando la manera en la que las empresas entienden el trabajo. Según el informe anual de Deloitte sobre esta generación —elaborado a través de encuestas a 7.700 «millennials» de 29 países del mundo—, en 2020 dos de cada tres miembros de esta generación esperan haber dejado su actual empleo por otro mejor. En concreto en España es un 52% el que asegura que confía en ocupar otro puesto de trabajo en otra compañía. Sin embargo, el sueldo no es el único motivo, pues un 87% de los encuestados consideran que el éxito de una empresa debería medirse en más aspectos que en el puramente económico, como por ejemplo, el talento.
Este aspecto lo profundiza Alberto Díaz, socio director de Migration (Digital Migration Partners). Este experto explica que, en general, debido a la forma de trabajo tradicional de las grandes empresas, los «millennials» comienzan a sentirse atraídos por otros proyectos que les aporten además otro tipo de compromisos, como puede ser que el trabajo tenga un impacto social. «Antes alguien se licenciaba y aspiraba a trabajar en grandes empresas, pero ahora están interesados en trabajos más excitantes, motivadores», asegura. Estas experiencias, cuenta, las encuentran en mayor medida en proyectos concretos, y suelen ser las startups las que los incorporan, y no las grandes compañías.
Además, la perspectiva de los «millennials» a la hora de buscar un empleo conlleva también otras motivaciones, como una mayor flexibilidad laboral, formas de trabajo más informales, el poder trabajar más rápido, o el hecho de poder participar en las decisiones. Por ello, explica Díaz, las empresas deben reflexionar sobre lo que él denomina su diseño organizacional. «Tienen que hacerse tres preguntas: cómo trabajar, cómo organizarse y cómo liderar para ser mucho más atractivas para los "millennials"», asegura. A su juicio, para poder retener el talento de estos jóvenes, las compañías deben trabajar de forma más transparente y rápida, dar responsabilidades a varios niveles y dar importancia al equipo a la hora de liderar proyectos y tomar decisiones.

Trato heterogéneo

Adaptarse a estas necesidades, considera Díaz, es acercarse al éxito desde el punto de vista del negocio, pero también del del talento. «Construyes una ventaja competitiva porque logras atraer a las personas con más talento, lo que derivará también en beneficio económico», asegura. Sin embargo, no se puede tratar de la misma manera a todos los «millennials». Así lo afirma Marta García-Valenzuela, directora de Diversidad de y Liderazgo inclusivo de Talengo: «Hay tendencia a tratarles de forma homogénea, y son muy diferentes, por lo que hay que desarrollar estrategias diferentes».
El principal riesgo de esta generación, asegura esta experta, es el de fuga, pues las estrategias habituales llevadas a cabo hasta ahora por las empresas no son suficientes para retenerlos en ellas. Por ello, dice esta experta, los líderes tienen que conocerlos bien, ver los puntos clave en que destaca su talento, explicarles qué partes del proyecto les ayudará a crecer y resultarán más interesantes y cuáles son las menos atractivas... etc. Sin embargo, explica García-Valenzuela, todos tienen que llegar a la misma conclusión: el éxito es una mezcla del valor que aportan todas las generaciones. «Hay que dar un giro en la gestión del talento diverso. Pero no hay que poner el foco solo en los millennials, sino en los modos de liderazgo. Hay que conseguir una melodía en función de lo que aporta cada líder por separado, la diversidad es una fuente de valor, y no de conflicto», propone.
Esta idea la comparte Ana Sarmiento, experta en estrategias laborales para millennials vinculada a grandes multinacionales como BMW, MINI, Rolls Royce...etc. A su juicio, no se está valorando lo suficiente la aportación que todas las generaciones pueden dar a una empresa.«Los unos están despreciando lo que tienen los otros, digamos que la vieja guardia no está reconociendo el aporte que pueden hacer los "millennials" como por ejemplo, algo que me parece importantísimo, la forma de consumir, que ha cambiado totalmente. Las empresas no pueden olvidar de que van dirigidas a personas como ellos», explica.

«Un mundo mejor»

La falta de compromiso, considera Sarmiento, no es algo que les falte a los millennials, cosa de la que muchas veces se les acusa. La cuestión está, continúa Sarmiento, en que esta generación se compromete con cosas que les gustan, tienen «pasión por el trabajo». De este modo, en general, buscan ser felices con lo que hacen, es decir, «necesitan hacer del mundo un lugar mejor», y si no lo consiguen, si sienten que no tienen esa oportunidad, es cuando se frustran y dejan el empleo.
Algunas compañías son conscientes de la situación y tratan de adaptarse, afirma Sarmiento, aunque de momento son mayoritariamente las empresas de vanguardia las que llevan a cabo esta transformación. «Están muy preocupadas porque se dan cuenta de que si no consiguen retener el talento joven, no van a prosperar el día de mañana. Porque si la gente se va, va a llegar un momento en que no quede nadie. Y no hay que esperar a no tener gente para reaccionar», concluye.

sábado, 4 de febrero de 2017

Sin tin ni son hoy "Epitafio"

Sin tin ni son hoy "Epitafio"
Epitafio. ¿Qué palabra? Fuerte y segura. Muchas personas le tienen miedo. Para los que no saben epitafio es el texto que honra o cita, a una persona que ya partió. 
Normalmente inscrito en una lápida o placa… Muchos poetas, músicos, pintores,… artistas han compuesto su propio epitafio. 
Yo creo que desde que tomamos conciencia de la vida, de que estamos en ella uno tendría que saber cual es su epitafio final para el día que parta. Cosa poco simple de poder hacer. Porque no viene solo de palabras si no del fin y el sentido que buscamos en nuestra existencia... lleguemos o no a el. 
Es como un compromiso con uno mismo que tratamos de cumplir. Un desafío, una ilusión, una manera, un fracaso, un éxito, una alegría, un sueño, un objetivo que nos guía en este mundo para luego partir como hayamos podido, deseado, concretado o no durante este recorrido al que llamamos vida… ¡Asustas epitafio….! Te lo digo así... de frente. Realmente me genera muchas dudas y certezas. Te pienso ahí escrito sobre la tumba… mía o de otro… resumiendo, encerrando la vida y obra cuando ya no se esta. 
Quizás Sr. Epitafio me aterra que pongas en evidencia lo mucho o poco que soy… 
Que fui. Y que seré. Toda una vida en ocho o diez letras. Un deseo final… un último pensamiento. Lo que dejamos en los demás Ahora me explico porque no eres tan popular. Quizás después y espero que en mucho tiempo... alguien escriba por mi cuando parta o al menos que sepa cual era el mío supongo que Benjamín lo sabrá. ...
Pero no voy hablar sobre mí, esto fue una breve reflexión en voz escrita; para compartir algunos “Epitafios” de personas que pasaron…que marcaron Y quedaron… Epitafios famosos:
“Espero que Cristo cumpla su palabra. ” Miguel Delibes. 
“Quien resiste gana.” Camilo José Cela. “
Si queréis los mayores elogios, moríos”. Enrique Jardiel Poncela 
“Al morir échenme a los lobos. Ya estoy acostumbrado.” Diógenes 
“Jesús mío, misericordia”. Frank Capone (hermano de Al) 
“Si no viví más, fue por que no me dio tiempo.” Marqués de Sade 
“Quiso contar, cantar para olvidar su vida verdadera de mentiras y recordar su mentirosa vida de verdades”. Octavio Paz para la tumba de un amigo. 
“Luz, más luz.” Goethe 
“Aquí yace Molière el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien.” Molière 
“No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores.” Orson Welles 
“The End.” Buster Keaton 
“Estuve borracho muchos años, después me morí.” Francis Scott Fitzgerald 
“Eso es todo, amigos.” Mel Blanc 
"Perdonen que no me levante" Groucho Marx (cita espuria: en su tumba no hay epitafio). 
"Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar" Epitafio de: Vicente Huidobro 
“Imagine”. John Lennon 
"Voy y Vuelvo" Nicanor parra. 
"Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito con agua." Epitafio de: John Keats, 
"Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito el hombre que respete estas piedras, y maldito el que remueva mis huesos." Epitafio de: William Shakespeare (Notas: Era común, en la época de la muerte de Shakespeare, el retirar cuerpos de sus tumbas y quemarlos para poder reutilizar el espacio de la tumba. ) 
"Feo, fuerte y formal" Epitafio de: John Wayne 
"Las lagrimas más tristes que se lloran sobre las tumbas son por las palabras que nunca se dijeron" Leído en una tumba de Nueva Inglaterra 
"Lo hizo a la manera difícil" Betty Davis 
"Evita", eterna en el alma de tu pueblo. Eva Perón 
"El cielo estrellado sobre mí, la ley moral en mí" . Epitafio de: Immanuel Kant, Notas: Describe su idea de que existen dos especies de realidad; una realidad externa al hombre, llamada mundo sensible, y otra realidad asentada en el interior del hombre, llamada mundo inteligible. 
Ich habe es versucht" = "Lo he intentado" .Epitafio de: Willy Brandt 
"Kata ton daimona eaytoy" .Epitafio de: Jim Morrison (Notas: En griego antiguo, significa "El diablo está en mi interior". En el moderno, se lee: "El espíritu divino está conmigo", aunque algunos creen que significa "El genio está en mi mente". ) 
"No envidiéis la paz de los muertos" . Nostradamus 
"Ya decía yo que ese médico no valía mucho." Epitafio de: Miguel Mihura 
Aquí sigue descansando el que nunca trabajó. P. Melich 
"Pierda peso. Pregúnteme cómo." Epitafio de Miguel Collantes. 
"Los soles se ocultan y pueden aparecer de nuevo pero cuando nuestra efímera luz se esconde, la noche es para siempre y el sueño, eterno." Epitafio de: Cayo Valerio Catulo "Es más digno que los hombres aprendan a morir que a matar." Epitafio de: Séneca "Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo." Epitafio de: Miguel de Unamuno
"Arrebató el rayo a los cielos y el cetro a los reyes." Epitafio de: Benjamín Franklin "Una tumba es suficiente para quien el Universo no bastara." Epitafio de: Alejandro Magno 
"Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo." Epitafio de: Gabriela Mistral "
...Y no tengan miedo" Epitafio de: Jorge Luís Borges He ofendido a Dios y a la humanidad, porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido”. 
Leonardo Da Vinci. «Estoy aquí en el último escalón de mi vida. 
Alfred Hitchcock pensó en su epitafio: "Esto es lo que le pasa a los chicos malos". Nadie se atrevió a ponerlo. "Libre por fin. Libre por fin. Gracias Dios Todopoderoso. Soy libre por fin. “Tumba de Martín Luther King. 
Aquí yace uno que por amar demasiado a las puercas, bajó un día al reino de los topos. Charles Baudelaire (El poeta maldito) 
No merecí acabar así - Woody Allen (Todavía no ha muerto) 
Que artista muere conmigo. Nerón 
! Dejadme en paz! - Giacomo Leopardo Parece que se ha ido, pero no se ha ido -
En la tumba del célebre transformista Leopoldo Fregoli, fallecido en 1936: "Aquí Leopoldo Frégoli llevó a cabo su última transformación.
" Os dije que estaba enfermo. -Epitafio de Spike Milligan 
“La vida no es lo que uno vive, sino lo que recuerda de ella”. de Gabriel García Márquez. 
Los dejo pensando. ¿Cuál sería el tuyo, el mio?
maria coda / MCAER hija

Cansados Mcoda

Sin Tin ni son: Cansados
Todos nos cansamos, y no sólo en el sentido físico, también mental, espiritual, emocional, social… etc. etc., etc.… hay infinidades diferentes de clases de fatiga.
A veces nos agotamos a tal grado que nos quedamos sin fuerzas y cuando decimos “sin fuerzas” es literalmente así.
Nos ponemos fatalistas y queremos renunciar a todo, rendirnos, alejarnos del mundo y porque no desaparecer. Pero todos sabemos ciertamente que no es la solución.
Es una verdad el mundo en el que vivimos es muy agotador y muchas veces ingrato. Estamos exhaustos incluso simplemente porque vivimos en él. 
Estamos cansado de amar mucho, cuidar, hacer, dar, agotados de las injusticias que nos duelen. Estamos agobiados de la incertidumbre. Abrumados de la monotonía de la vida cotidiana. 
La verdad es que todos estamos cansados, todos tenemos derechos a estar enfadados y llamar a gritos a la armonía. 
Los motivos pueden ser infinitos: Porque queremos más, porque deseamos menos, porque no nos gusta donde estamos ahora… Otra triste verdad es que estamos cansados unos de otros y eso nos vuelve intolerantes… que es lo peor del ser humano.
Podría seguir y seguir pero saben que cuando veamos que nos sentimos cerca de renunciar a todo, busquemos algo simple como un abrazo, una tarde de sol, un buen baño, jugar con tu hijo, escuchar música, leer, caminar, acariciar a tu mascota, decir te quiero, comer dulce de leche, mirar el cielo, no hacer nada… y lo más importante darnos cuenta que si estamos cansado es porque tenemos el privilegiado y el lujo de tener un montón en la vida.
Somos mucho más resistentes y alegres de lo que nos podemos imaginar, y es una verdad incuestionable. Tenemos la capacidad de dar más amor, más esperanza, más pasión de la que damos hoy.
Y por sobre todo entender y aceptar que ninguno de nosotros puede estar inspirado todos los días. Todos caemos rendidos en algún memento. Todos nos molestamos. Todos nos cansamos. El hecho de sentirse agotado es humano. 
Cuando estemos cansados, vayamos con calma, sin prisas. Pero no nos detengamos. Estamos porque estamos vivos SALUD!!!! Y siempre esta el mañana.
m.coda

martes, 31 de enero de 2017

Preocúpate de tu propio útero REALMENTE RECOMIENDO LEER ESTA NOTA Por:Nadirah Angai

En alguna parte hay una mujer de 30 años y sin hijos. La gente le pregunta: "¿Sigues sin tener hijos?" y su respuesta varía de un día a otro, pero suele incluir sonrisas forzadas y censura.
"No, aún no", contesta entre risas, intentando ahogar la frustración.
"Bueno, no esperes mucho más. El tiempo corre, ya lo sabes", le aconseja la erudita de turno antes de marcharse, satisfecha consigo misma por haber compartido tal sabiduría. La erudita se va. La mujer aguanta la sonrisa. A solas, llora...
Llora porque se ha quedado embarazada cuatro veces y porque ha abortado las cuatro.
Llora porque lleva intentando quedarse embarazada desde la noche de bodas, y eso fue hace cinco años.
Llora porque su marido tiene una exmujer que sí le ha dado hijos.
Llora porque quiere probar la fecundación in vitro desesperadamente, pero no se lo puede permitir.
Llora porque ya ha probado la fecundación in vitro (en varias ocasiones) y sigue sin tener hijos.
Llora porque su mejor amiga no quiere ser su vientre de alquiler. Como ya le ha dicho, "sería muy raro".
Llora porque la medicación que está tomando impide que se quede embarazada.
Llora porque este tema es motivo de conflicto en su matrimonio.
Llora porque el médico le ha dicho que ella está bien, pero en el fondo sigue pensando que la culpa es suya.
Llora porque su marido se echa la culpa, y esa culpa hace que sea difícil vivir con él.
Llora porque sus hermanas tienen hijos.
Llora porque una de sus hermanas ni siquiera quería tener niños.
Llora porque su mejor amiga está embarazada.
Llora porque su madre le sigue preguntando que a qué está esperando.
Llora porque sus suegros quieren ser abuelos.
Llora porque sus vecinos tienen gemelos y los tratan fatal.
Llora porque hay chicas de 16 años que se quedan embarazadas sin querer.
Llora porque es una tía genial.
Llora porque ya había pensado nombres.
Llora porque en su casa hay una habitación vacía. Llora porque dentro de su cuerpo hay un vacío.
Llora porque tiene mucho que ofrecer.
Llora porque su pareja sería un gran padre.
Llora porque podría ser una gran madre, pero no lo es.
El algún lugar hay una mujer de 34 años con 5 hijos. La gente le dice: "¿Cinco? ¡Por Dios, espero que ya hayas acabado!" y se ríe... porque ese tipo de comentarios hacen gracia. La mujer también se ríe, pero no es una risa sincera. Ella cambia de tema, como hace siempre, y hace la vista gorda ante esa falta de respeto. Otro día igual. A solas, llora...
Llora porque está embarazada otra vez y siente que tiene que esconder la alegría.
Llora porque siempre quiso tener una familia numerosa y no entiende por qué a la gente parece molestarle.
Llora porque no tiene hermanos y se sintió muy sola cuando era niña.
Llora porque su abuela tuvo 12 hijos y le encantaría ser como ella.
Llora porque no puede imaginarse la vida sin sus hijos, pero la gente los concibe como un castigo.
Llora porque no quiere compasión.
Llora porque la gente asume que esto no es lo que quería.
Llora porque la gente asume que es una irresponsable.
Llora porque la gente piensa que no tiene ni voz ni voto.
Llora porque se siente incomprendida.
Llora porque está harta de tener que defender sus decisiones privadas.
Llora porque ella y su marido son perfectamente capaces de mantener a la familia, pero eso parece dar igual.
Llora porque está harta de los comentarios graciosos.
Llora porque no mete las narices en la vida de los demás.
Llora porque le gustaría que los demás no metieran las narices en su vida.
Llora porque a veces duda de sí misma y se pregunta si debería haber parado cuando tenía tres hijos.
Llora porque a la gente le falta tiempo para criticar, pero no para ofrecer ayuda.
Llora porque está harta de las miradas escudriñadoras.
Llora porque no es un mono de feria.
Llora porque la gente es maleducada.
Llora porque la gente se cree con derecho a opinar de su vida privada.
Llora porque lo único que quiere es vivir en paz.
En otro lugar hay una mujer de 40 años que tiene un hijo. Y la gente le dice: "¿Solo uno? ¿Nunca has querido tener más?"
"Estoy contenta con mi hijo", contesta, repitiendo la respuesta ensayada que ha tenido que dar tantas veces que ya ha perdido la cuenta. Suena bastante creíble. Nadie sospecharía que, a solas, llora...
Llora porque su único embarazo fue un milagro.
Llora porque su hijo le pide un hermanito.
Llora porque siempre quiso tener por lo menos tres.
Llora porque su segundo embarazo tuvo que ser interrumpido para no arriesgar su propia vida.
Llora porque el médico le advierte de que otro embarazo sería "de alto riesgo".
Llora porque ya le cuesta cuidar del único hijo que tiene.
Llora porque a veces uno pesa como dos.
Llora porque a su marido ni se le ha pasado por la cabeza tener otro.
Llora porque su marido murió y no ha vuelto a encontrar el amor.
Llora porque su familia piensa que con uno es suficiente.
Llora porque está centrada en su carrera y no puede permitirse quedarse rezagada.
Llora porque se siente egoísta.
Llora porque aún no ha perdido el peso que ganó durante el primer embarazo.
Llora porque la depresión posparto fue muy intensa.
Llora porque no quiere ni pensar en tener que volver a pasar por eso.
Llora porque tiene problemas físicos y el embarazo solo los acentúa.
Llora porque aún lucha contra la bulimia.
Llora porque tuvo que someterse a una histerectomía.
Llora porque quiere tener otro hijo, pero no puede.
Estas mujeres están por todas partes. Son nuestras vecinas, nuestras amigas, nuestras hermanas, nuestras compañeras de trabajo, nuestras primas. Nuestros consejos u opiniones no les sirven para nada. Sus úteros son solo suyos. Respetémoslos.
Una versión de este post fue publicada originalmente en NadirahAngail.com.
Este post fue publicado con anterioridad en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.